El secreto de Lizz para no rendirse jamás

Nadie imagina que un simple comentario puede cambiar el rumbo de una vida. Liz tampoco lo esperaba. Tenía 19 años cuando su entrenador, y también dueño del gimnasio al que asistía, le dijo: “Tienes potencial”.

Aquellas palabras no fueron al aire, pronto le propusieron participar en una competencia de fisicoculturismo, era algo nuevo y desafiante, pero Liz aceptó. Se preparó y subió al escenario, terminando con grandes resultados. Fue entonces cuando empezó todo.

“Recuerdo que era sábado. Me llamaron desde temprano para el pesaje”, cuenta Liz con una sonrisa que mezcla emoción y nostalgia. “Después del pesaje nos dieron una charla de integración, y luego tuvimos tiempo para maquillarnos y pintarnos el cuerpo para marcar y resaltar mejor los músculos”.

La competencia se realizó en Ibarra, y Liz arrasó quedando Campeona de 3 categorías:
Fit Model
Bikini Fitness
Absoluta Bikini Fitness

Pero más allá de los trofeos, recuerda ese momento con calma. “Me sentía tranquila, relajada… en paz”.

Dentro de su trayectoria también destaca su participación en el Campeonato Nacional Novatos en Ambato, donde represento a la provincia de Imbabura. Obteniendo los títulos de Vicecampeona en la categoría Bikini fitness Senior medalla de bronce en la categoría Bikini fitness Sub junior.

Su mayor respaldo, sin duda, ha sido su familia. “Desde que decidí ingresar a este deporte, ellos estuvieron ahí, es muy satisfactorio que tu familia te apoye, sea cual sea el deporte”, dice. Antes de entrar al fisicoculturismo, practicaba deportes de defensa personal, pero ahora, con esta nueva pasión, se siente plena y feliz.

No todo ha sido fácil. Uno de los mayores retos ha sido la alimentación. “Estamos acostumbrados al azúcar, a las frituras… y al principio cuesta, pero te acostumbras”, confiesa. También atravesó un momento difícil, cuando tuvo que hacer una pausa por temas de salud. En ese tiempo sufrió ansiedad y estrés, tanto física como mentalmente, pero no se quedó ahí, con el impulso de su familia, volvió a levantarse.

Regresó al entrenamiento y no solo eso, volvió a competir, esta vez representando a la Universidad Técnica del Norte terminando en 2do lugar categoría bikini fitness clasificado. “Hoy en día veo este deporte como una profesión. Me gusta mucho”, afirma con convicción.

Liz también tiene un mensaje claro para quienes quieren llevar una vida saludable:
“Hacer ejercicio y comer bien no significa dejar de comer. A menos que vayas a competir a nivel internacional, puedes tener una dieta 80% saludable y 20% flexible. No se trata de restringirse, sino de saber balancear lo que comes día a día.”

Con disciplina, paciencia y corazón, Liz demuestra que los cuerpos no solo se esculpen en el gimnasio, también con amor propio, constancia… y una simple frase que lo cambia todo.

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